Es un célebre creador de contenidos y reputado neurocientífico estadounidense. Es profesor asociado de neurobiología y oftalmología Stanford y es socio de la empresa de nutrición y deportes Momentous.
Descompongamos por un momento esta frase:
- En su faceta de neurocientífico, ha aportado mucho a los campos del desarrollo cerebral y la plasticidad neuronal, que es la capacidad de nuestro sistema nervioso para reconfigurarse y aprender nuevos comportamientos, habilidades y funcionamiento cognitivo. Huberman es becario de las fundaciones McKnight y Pew, y en 2017 le dieron el Premio Cogan, que se otorga al científico que hace los descubrimientos más importantes en el estudio de la visión. Un crack de científico.
- En su faceta de creador de contenidos, su podcast semanal, Huberman Lab, es el más escuchado el mundo en temas de salud. Se dice pronto, pero esto es una proeza, teniendo en cuenta la competitividad que hay en la divulgación de salud. Un crack de la divulgación.
- En su faceta de empresario, Andrew lo está haciendo muy bien y tiene una fortuna personal acumulada hasta la fecha de varios millones de dólares. Se ha ganado el respeto tanto de sus colegas como de su público. Aunque sus logros en neurociencia han ayudado a su fama, es su presencia en redes sociales y su popularidad lo que realmente ha disparado su patrimonio a los millones de $. Un crack de las finanzas.
Aunque no necesite seguir trabajando, le mueve algo bonito por dentro: sigue cada semana ayudando a la gente con sus problemas, dando esperanza a muchos, con los mejores consejos de salud que puedes escuchar online hoy en día.
Ah…. una cosa más: tiene ya 48 años. No es un chaval.
Pero se aplica todos los consejos que da, obviamente.
Y ahora ya sabes qué cuerpo tiene.